Carlos el amanecer dejó de ser una tentación
Hoy, la comunidad educativa del Instituto Ramírez Goyena rindió homenaje en el 48 Aniversario del Tránsito a la Inmortalidad del Comandante Carlos Fonseca Amador, faro y guía de la Revolución, que entregó su vida por la liberación de Nicaragua. Su legado sigue inspirando a generaciones con su valentía y lucha por la justicia.
Desde inicio de noviembre la comunidad educativa del Instituto Ramírez Goyena ha venido realizando Club de Lecturas, con el fin de promover en los estudiantes el amor por la lectura e historia de Nicaragua.
El Comandante Carlos Fonseca fue un revolucionario que desde temprana edad tuvo claridad del poder de las ideas y la importancia de la educación para el futuro del país. Hoy con la voluntad del Buen Gobierno sus ideales continúan vigentes. Lo que se puede ver cada día en la educación pública, gratuita y de calidad.
‘‘Para nosotros como Instituto es un orgullo saber que fue bibliotecario del Ramírez Goyena, nos llena de alegría ver las fotos donde el estuvo participando en las distintas actividades educativas. Nosotros preparamos un acto especial para recordar su inmenso legado y entregamos una ofrenda floral’’, expresó la directora, Carmen Machado.
En el acto destacó el joven Juan Rafael Cerna, quien declamó ‘‘Amado libertador’’ un poema inspirado en el Comandante Carlos Fonseca: “Hice este poema motivado por una clase de Lengua y literatura, me puse a leer su biografía y entendí que su lucha es justa. Decidí escribirlo porque considero que hasta el día de hoy su pensamiento se sigue manteniendo’’, compartió el estudiante de onceavo grado.
Carlos Fonseca soñó con una Nicaragua donde la voz del pueblo trabajador pudiera ser escuchada, guiado por la convicción de que un mundo mejor era posible. Su legado recuerda que la lucha por la equidad y la dignidad humana es un camino que requiere valentía, sacrificio y sobre todo, amor por la humanidad.
‘‘Nos dio una gran enseñanza: tener un gran amor por la patria. Nos dejó el valioso legado de la lectura y hoy lo recordamos leyendo el libro: Carlos Fonseca Amador, Bibliotecario del Goyena’’, comentó Camila Alegría, estudiante de noveno grado.
Carlos Fonseca sembró semillas de esperanza y resistencia. Su espíritu revolucionario y su convicción invitan a seguir soñando y a nunca rendirse en la búsqueda de un mañana mejor.